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Centro Óptico Borges cuida de tu vista. Somos especialistas en baja visión, su diagnóstico y tratamiento.
En nuestra óptica en Teatinos, Málaga, ofrecemos una amplia gama de soluciones para la baja visión, adaptadas a las necesidades específicas de cada paciente.
Realizamos una evaluación exhaustiva de la baja visión de cada paciente, teniendo en cuenta su historial médico, sus necesidades visuales y las características específicas de su condición visual.
Utilizamos pruebas y herramientas especializadas para determinar el grado y las causas de la baja visión, lo que nos permite diseñar una atención personalizada.
Ofrecemos una amplia gama de ayudas visuales ópticas, como lupas, telescopios y microscopios, que están diseñadas para mejorar la visión y facilitar la realización de tareas cotidianas.
Nuestro equipo especializado ayuda a cada paciente a seleccionar las ayudas visuales más adecuadas según sus necesidades y preferencias, y se encarga de adaptarlas para garantizar su comodidad y eficacia.
Además de las ayudas visuales ópticas, también proporcionamos recomendaciones y adaptaciones de ayudas no ópticas, como atriles, teléfonos con teclado grande y cartas magnificadas.
Estas ayudas están diseñadas para mejorar la accesibilidad y la comodidad en actividades diarias como la lectura, la escritura y el uso de dispositivos electrónicos.
Para aquellos pacientes que puedan beneficiarse de tecnologías electrónicas, ofrecemos asesoramiento y adaptación de ayudas electrónicas, como lupas electrónicas y dispositivos de ampliación de pantalla.
Nuestro equipo experto evalúa las necesidades específicas de cada paciente y recomienda las soluciones electrónicas más adecuadas para mejorar su calidad de vida visual y facilitar la realización de tareas específicas.
Disponemos de la más avanzada tecnología para ayudarte a ver mejor, incluida la novedosa lupa electrónica para que puedas leer cómodamente.
En nuestra óptica en Teatinos, Málaga capital, nos destacamos por ofrecer un enfoque integral y personalizado para cada paciente, respaldado por nuestra experiencia, compromiso con la excelencia y el uso de la tecnología más avanzada en el campo de la baja visión.
Con años de experiencia en el campo de la baja visión, nuestro equipo cuenta con la experiencia y el conocimiento necesarios para proporcionar soluciones efectivas y personalizadas para cada paciente.
Reconocemos que cada persona y cada condición de baja visión son únicas. Por ello, nos comprometemos a ofrecer un enfoque individualizado en cada evaluación, adaptando nuestras soluciones a las necesidades específicas de cada paciente.
Utilizamos tecnología de vanguardia y herramientas especializadas para evaluar y tratar la baja visión. Desde ayudas visuales ópticas hasta dispositivos electrónicos, nos aseguramos de proporcionar las soluciones más innovadoras y efectivas para mejorar la calidad de vida visual de nuestros pacientes.
La baja visión implica dificultades significativas en la ejecución de actividades diarias como la lectura, la visualización de televisión, la costura o el desplazamiento.
Esta condición visual puede derivar de diversas enfermedades que afectan diversas estructuras del ojo, lo que resulta en la reducción de la agudeza visual o en la disminución del campo de visión, ya sea en la zona central o periférica.
Se considera que un individuo padece baja visión cuando, incluso con la corrección óptima, la agudeza visual de uno de sus ojos es igual o inferior al 30%, o cuando su campo visual es menor a 20 grados.
Ante esta situación, el objetivo de abordar la baja visión radica en maximizar la utilidad del resto visual, aprovechando la adaptación de ayudas visuales, tanto ópticas como no ópticas, a cargo de un óptico-optometrista especializado en este tipo de condiciones.
Afecciones como la degeneración macular, el glaucoma, la retinopatía diabética y la catarata son algunas de las enfermedades oculares que pueden causar baja visión.
Estas enfermedades pueden afectar diferentes partes del ojo y provocar pérdida de visión central, pérdida de visión periférica o ambas.
Traumatismos o lesiones oculares pueden causar daños en las estructuras del ojo, lo que resulta en baja visión. Accidentes, heridas penetrantes o contusiones pueden afectar la córnea, la retina, el nervio óptico u otras partes del ojo, lo que impacta negativamente en la visión.
Algunas condiciones genéticas pueden predisponer a las personas a desarrollar problemas de visión. Esto puede incluir trastornos hereditarios como la retinosis pigmentaria, el albinismo o enfermedades congénitas que afectan la estructura y función del ojo.
Ciertas enfermedades sistémicas, como la diabetes, la hipertensión arterial y enfermedades autoinmunes, pueden afectar la salud ocular y contribuir a la baja visión. El control adecuado de estas condiciones es fundamental para prevenir complicaciones visuales.
Factores externos como la exposición prolongada a la luz ultravioleta, el humo del tabaco, el uso excesivo de pantallas digitales y una mala alimentación pueden influir en la salud ocular y contribuir al desarrollo de problemas de visión.
Se necesitan ayudas de baja visión cuando precisamente ni las gafas convencionales ni las lentes de contacto, ni tampoco los tratamientos farmacológicos o médico-quirúrgicos sirven para mejorar la agudeza visual de los pacientes. También son necesarias en casos de pérdidas de campo visual causadas por algún tipo de patología ocular o neuronal.
Las ayudas de baja visión sirven para mejorar las tareas a las que se enfrentan estos pacientes diariamente, y que les suponen un reto, tales como comer, la lectura, ver la TV, así como para mejorar sus desplazamientos tanto dentro de sus casas como en la calle.
Por eso es normal que necesiten diferentes ayudas para cada actividad. Se trata de mejorar su calidad de vida y lograr que sean más independientes.
El precio de la primera consulta es de 79 €. Una vez evaluemos el estado de tu visión, podremos proponer varias sesiones más de entrenamiento o rehabilitación visual.
Una vez que su oftalmólogo le haya realizado un examen visual completo e identificado las posibles patologías que provoquen esa pérdida de agudeza visual y/o pérdida del campo visual, y haya finalizado con su diagnóstico.
Se considera que una persona tiene baja visión cuando su agudeza visual es igual o menor de 0.3, y/o cuando su campo visual es igual o inferior a 20º. Aunque también podrían beneficiarse de las ayudas de baja visión aquellas personas con una agudeza visual superior a 0.3, o como en el caso de los filtros selectivos, cualquier persona puede usarlos como prevención en caso de antecedentes familiares como por ejemplo la degeneración macular etc.
Debemos estar atentos a ciertas señales como deslumbramientos, dificultad en la adaptación a la oscuridad, cuando nos cuesta distinguir colores, si nos chocamos con frecuencia con obstáculos, o si nos cuesta distinguir la cara de las personas incluso con nuestras gafas graduadas.
El especialista en baja visión es la persona que se encarga de sacarle provecho al resto visual que tiene el paciente, y darle las soluciones necesarias para mejorar su calidad de vida y aumentar su independencia tanto en su casa como en el trabajo, dándole las herramientas y recomendaciones para ello. En algunos casos necesitará una rehabilitación visual y/o un entrenamiento con la ayuda o ayudas prescritas.
Lo importante es que sepa que hay soluciones y que puede continuar con sus tareas diarias.
¡No estás solo! ¡Pide ayuda!
L - V / 09:30-13:30 - 17:00 - 20:30 · SÁBADO / 10:00 - 13:30
